El pensamiento crítico, entendido como la capacidad de dudar de toda postura radical e impuesta, junto con el deseo de buscar y construir puentes entre explicaciones diversas a través del razonamiento, es quizá una de las herramientas más importantes en la formación de profesionales competentes que puedan contextualizar el conocimiento y ser motores de innovación y cambio en sus empresas y en general para la sociedad.