Resumen
Edward era un hombre curtido por el mar, de corazón encallecido por
su oficio: el tráfico de esclavos. Cargaba su barco con almas despojadas
de toda dignidad en la Isla de Jade para comercializarlas en los distintos
puertos de las ciudades costeras, principalmente en Temerant y Xantara.
Los hombres de contextura fuerte y robusta eran destinados al trabajo
duro en las minas y el agro; los flacos y pequeños, para labores de
pastoreo u oficios como la carpintería, la orfebrería o la herrería. Las
mujeres, por su parte, iban en su mayoría a parar a manos de las Madams,
quienes, con cruel precisión, moldeaban a las de mayor potencial para
ser entregadas a magnates de gustos exquisitos, mientras que las más
comunes alimentaban los burdeles del puerto o eran distribuidas para
otros oficios en posadas y tabernas.
Referencias
.

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-SinDerivadas 4.0.
Derechos de autor 2025 Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano