Resumen
El espacio público es un lugar clave que genera ciudadanía e interacción social; sin embargo, el modelo de ciudad actual caracterizado por la fragmentación espacial y social favorece la aparición de la inseguridad objetiva o subjetiva. Numerosos factores contribuyen a la percepción de la seguridad subjetiva, como la pertenencia a un grupo determinado y la exclusión de otros. El espacio público genera igualdad. Cuando el espacio público es insuficiente, mal diseñado o privatizada, la ciudad está cada vez más segregada. Líneas divisorias basadas en la religión, la etnia, el género y la situación económica, porque la gente no se conoce entre sí.
El resultado puede ser una ciudad polarizada, donde es probable que estalle la tensión social y donde se limita la movilidad social y las oportunidades económicas. Una planificación adecuada y el diseño de los espacios públicos plantean cuestiones relativas al derecho de las personas a la libertad de expresión artística, asamblea política y el empoderamiento cívico, para disfrutar, participar e intercambio con cada uno. Espacios públicos mantenidos ayudan a reducir las tasas de delincuencia y la violencia y hacer espacio para las actividades formales e informales sociales, culturales y económicos que contribuyen a la mejora de la confianza de la seguridad y al bienestar integral de las personas. En consecuencia, una reducción del espacio público también a la larga, el ingreso y la salud laboral van a estar. altamente afectados.
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